*El ex fiscal de Guerrero sostiene que el ex titular de la Unidad Especial para la Investigación y Litigación del caso, cuando estuvo en el cargo no rectificó los errores de Murillo Karam y Tomás Zerón
*Terminó convirtiendo a varios de los principales perpetradores en testigos colaboradores
*Defiende los trabajos realizados durante el tiempo en que estuvo a cargo de las investigaciones
ROGELIO AGUSTÍN/SNI
CHILPANCINGO, GRO.
El ex titular de la Procuraduría de Justicia del Estado de Guerrero, Iñaky Blanco Cabrera, acusó al ex titular de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa, Omar Gómez Trejo de pretender “dinamitar” las investigaciones relacionadas con el caso, además de ser quien permitió que algunos de los principales perpetradores del 26 de septiembre de 2014, se convirtieran en testigos protegidos de la Fiscalía General de la República (FGR).
Además, a nueve años de distancia, Blanco Cabrera sostiene que difiere de planteamientos como el del secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Crescencio Sandoval, quien sugiere que se debe investigar con más detalle a Gilberto López Astudillo, “El Cabo Gil”, por la participación que tuvo en los ataques perpetrados contra los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos.
Indicó que hay una certeza “absoluta” de la responsabilidad que tuvieron en los hechos integrantes del grupo criminal conocido como Guerreros Unidos (GU), quienes contaron con el apoyo de elementos de las policías preventivas de Iguala, Cocula, Taxco y Huitzuco de los Figueroa, además de algunos elementos militares, policías estatales y federales.
Indicó que en el caso de personal militar que se relaciona con los hechos, enfrenta la acusación de actuar con omisiones en el cumplimiento de su deber.
También refiere que hubo inadecuados procesamientos de algunos de los sitios donde ocurrieron los hechos, la alteración de documentos y actos propios de abuso de autoridad, acreditando incluso la agravante de la tortura.
Entre las dudas que prevalecen entre los padres que buscan a los normalistas, se encuentra lo relacionado con el móvil
y el destino final de los estudiantes, ya que hasta el momento solo se ha logrado la identificación de tres.
Gómez Trejo,
cómplice
Respecto a las declaraciones hechas por el ex titular de la Unidad Especializada para Investigar y Litigar el caso, Omar Gómez Trejo, quien asegura que el titular de la FGR, Alejandro Gertz Manero, ejerció presiones para reventar las investigaciones y desmantelar la unidad a su cargo, Blanco Cabrera establece un posicionamiento al respecto.
“Me parece que quien pretende dinamitar las cosas es él (Omar Gómez Trejo). Él habla de irregularidades, de presiones y contratiempos a las que tuvo que hacer frente durante la etapa final en que tuvo el caso, pero el tema es, que no lo dijo cuando estuvo al frente”.
Continúa: “Él tuvo la oportunidad de subsanar los errores que cometió la anterior administración de la PGR, obteniendo y ofreciendo pruebas para evitar la liberación de docenas de procesados, todos ellos integrantes de Guerreros Unidos, de Igual manera tuvo en sus manos reparar las injusticias del caso y no lo hizo”.
Blanco Cabrera sostiene que el ex titular de la Unidad Especializada debió de hacerse de otras pruebas para mantener a los imputados en prisión, incuso utilizar otros delitos, pues se sabía de su pertenencia al grupo Guerreros Unidos, así como la comisión de delitos que van de la extorsión, el homicidio y demás acciones propias del narcotráfico.
“Sin embargo no hizo nada”, reprocha.
En contra parte, recuerda que un juez federal, Samuel Ventura Ramos, en atención a la sentencia de un juzgado de Tamaulipas, conminó a que se aplicaran nuevos protocolos de Estambul para efecto de subsanar lo relacionado con el delito de tortura, cometido durante la presunta construcción de la denominada Verdad Histórica, pero no atendió dicho mandato.
Lo que sucedió, es que el juez dio por hecho la imputación de tortura y liberó a decenas de integrantes de GU, entre ellos a Gildardo López Astudillo, “El Gil”, entre otros a los que de manera contradictoria, convirtió en testigos colaboradores.
Insiste: “Gómez Trejo fue un tonto útil, un títere de la delincuencia organizada, se alió con ellos para que le dijeran lo que quería oír, a cambio los colocó en una posición privilegiada”.
Insiste en que la participación de los integrantes de Guerreros Unidos en los ataques contra los normalistas está confirmada, particularmente en el caso de Gildardo López.
Las acciones de Gómez Trejo, señaló que resultan tanto o mas graves que las que se imputan a Tomas Zerón de Lucio, actualmente refugiado en Israel, ex director de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la PGR.
Defiende
sus resultados
En el contexto del noveno aniversario de los ataques en contra de los estudiantes, Iñaky Blanco Cabrera recordó que al trasladarse personalmente a Iguala, la madrugada del 27 de septiembre de 2014, constató que la Policía Ministerial rescató a 68 jóvenes que al momento de las agresiones, corrieron a esconderse en casas, lotes baldíos y algunos cerros.
Señala también que el personal a su cargo detuvo y consignó a 33 personas, entre ellos a los mandos de la Policía Preventiva Municipal, además del entonces presidente municipal José Luis Abarca Velázquez, a quien se atribuye la autoría intelectual del caso.
Se señaló al grupo denominado “Los bélicos” y se entregó información a la PGR cuando ejerció el poder de atracción sobre el caso.
“Los que detuvimos siguen en la cárcel, en ninguno de esos casos se puede decir que hubo tortura y se trata de declaraciones limpias; todos los policías preventivos dieron positivo a la prueba de rodizonato, se les ubicó en modo tiempo y circunstancia en el lugar de los ataques, incluso, 19 de los primeros 22 consignados fueron identificados por los normalistas como sus agresores”.