EDUARDO YENER SANTOS
QUADRATÍN GUERRERO
Más de mil pobladores de 40 comunidades de Heliodoro Castillo (Tlacotepec) y de este municipio impidieron el avance del presunto grupo delictivo La Familia Michoacana en comunidades de la Sierra, sin la ayuda del Ejército ni de ninguna autoridad de los tres órdenes de gobierno.
En Linda Vista, sierra alta de San Miguel Totolapan, cesaron los enfrentamientos entre pobladores de 40 comunidades, quienes desde el sábado 2 de septiembre, decidieron enfrentar a presuntos pistoleros.
Los ataques vía drones y disparos desde el cerro hacia los poblados de Plan Verde, Petlacala, Puerto Progreso y Linda Vista comenzaron el jueves 31 de agosto y los pobladores decidieron enfrentarse a los presuntos delincuentes, porque un excomisario de Linda Vista fue asesinado y se atacó directamente a la población.
El actual comisario de Linda Vista Juan Nazario Barragán confirmó que el 6 de septiembre, siete días después de los ataques y enfrentamientos, a Linda Vista acudió el delegado de Gobierno de la Sierra Saúl López Sollano con despensas y ropa para los habitantes, pero no se logró un acuerdo para garantizar la seguridad.
La autoridad municipal aseguró que después de la salida de López Sollano de Linda Vista, el destacamento del 41 Batallón de Infantería del Ejército Mexicano que se mantenía en Toro Muerto, también se retiró de la zona.
Los comisarios de las comunidades de la sierra de San Miguel Totolapan e Helidoro Castillo enviaron un escrito al presidente de la República Andrés Manuel López Obrador; a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda; a los comandantes de la Novena y 27 Zona Militar Ricardo Flores González y Martín Gerardo Franco Flores, respectivamente.
En el documento firmado por más de 20 comisarios, solicitan el establecimiento de un cuartel del Ejército y/o de la Guardia Nacional, que funcione de manera permanente en el poblado Linda Vista y brinde seguridad a las localidades que se localizan en las rutas Las Tunas-Coronilla-Petlacala-Linda Vista-Toro Muerto.
Indican que están de acuerdo con la donación de un terreno para el establecimiento de seguridad y se garantice la estabilidad para el funcionamiento de los programas federales, la reactivación del servicio educativo, de salud, el abasto de productos de la canasta básica y el transporte.
En lo alto de la sierra de San Miguel Totolapan, en medio de cerros de encino, pino y ocote cubiertos de neblina, permanecen más de 800 pobladores alzados en armas en defensa de su territorio y hogar, mismos que señalan que no las dejarán hasta que el Estado garantice la seguridad.