* Es uno de los siete que fueron sacados por la fuerza de centro de rehabilitación
AMAPOLA PERIODISMO
CHILPANCINGO, GRO.
«Mi hijo no es un delincuente», asegura Guadalupe Hernández Zavaleta, mamá de Bryan Josué Vargas Hernández quien junto con otros cuatro hombres, un menor de edad y una mujer fueron privados de su libertad por presuntos agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) del centro de rehabilitación Renovación Espiritual, ubicado en la colonia Vista Hermosa, en Acapulco.
En entrevista, Guadalupe Hernández, dice que el viernes 1 de septiembre su hijo le contó que tenía que ir al centro de rehabilitación porque se habían presentado algunos problemas.
«Al ratito llego», fueron las últimas palabras que me dijo mi hijo cuando me avisó que se iba al centro de rehabilitación. Eran como las cuatro de la tarde del viernes, afirmó Guadalupe Hernández.
Cuenta que este lunes 4 de septiembre el encargado del centro de rehabilitación le comunicó que su hijo y otros seis más habían sido sacados por la fuerza por un grupo de hombres que llegaron al centro de rehabilitación en una camioneta de la Fiscalía General del Estado.
«Nos dijo que (los delincuentes) primero se llevaron a un grupo de tres, en donde iba mi hijo, y después otro grupo de personas», contó.
Menciona que a ella y a los familiares de los otros seis secuestrados les dijo la Fiscalía que esta institución no realizó ningún operativo en el centro de rehabilitación y mucho menos privó de la libertad a los muchachos.
Indicó que su hijo Bryan iba a ese centro de rehabilitación para dar terapias a las personas que tienen alguna adicción por el alcohol.
«Mi hijo nunca ha bebido, no fuma y le gustaba ir a ese centro para ayudar a la gente porque él es una persona solidaria y no es ningún delincuente».
«Mi hijo es una persona limpia» , refiere Guadalupe Hernández.
Exigió a la FGE que realice su trabajo y localice con vida a su hijo y a las demás personas que también sufrieron desaparición forzada.
Junto con Bryan Josúe Vargas, fueron privados de su libertad del centro de rehabilitación, Jesús Arroyo Venegas, de 38 años, Erick Calixto Chávez, de 23, María Perla Guzmán, el menor de 15 años Julio Pérez García, Andrés Gabriel Delgado y Moisés Tomás Juárez Abarca, de 38 años y quien es líder de la comunidad de LGTBI+ de una corriente política al interior del PRD en Guerrero.
Guadalupe Hernández pidió a la FGE que investigue al encargado del centro de rehabilitación porque fue muy raro que les haya avisado tres días después de la desaparición forzada de sus familiares.
Debido al tardío aviso de la desaparición de las siete víctimas, sus familiares presentaron la denuncia hasta el lunes 4 de septiembre y otros hasta el martes 5.
El encargado del albergue a quien se le conoce como Sam, no se ha aparecido desde el pasado lunes después de avisar vía telefónica de los sucesos del pasado viernes.
«No sabemos a qué hora se llevaron a la muchacha y a los muchachos pero nos dicen que eso habría ocurrido en la noche del viernes», dice Guadalupe Hernández.
La tarde de ayer miércoles, las madres de tres de las siete víctimas llevaron a cabo una protesta en el Asta Bandera, ubicada en la avenida costera Miguel Alemán, en Acapulco, para exigir la búsqueda de sus familiares.
Durante el mitin, los familiares denunciaron la inacción de la FGE para dar con el paradero de sus parientes.
«Ya se cumplieron cinco días de la desaparición de mi hijo y no vemos resultados», expresó.
Para mañana viernes tienen programada una marcha que partirá de la Diana hasta el Asta Bandera, en esta misma vía.