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Resistencia del presidente puede radicalizar las protesta: Vidulfo

*El abogado de los padres de los 43 aclara que no va a caer en “dimes y diretes”, ante los señalamientos hechos en su contra

*Lo importante es que se aporte la información pendiente, señala el abogado

*La fuerza de las protestas la deciden los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, ante la resistencia es inevitable que se intensifiquen

ROGELIO AGUSTÍN/SNI
CHILPANCINGO, GRO.

El abogado Vidulfo Rosales Sierra consideró inevitable y hasta comprensible que las protestas de los estudiantes de Ayotzinapa se radicalicen, ante la resistencia del Gobierno Federal a solicitar la información que no ha proporcionado el Ejército Mexicano, que sería determinante para conocer el destino de los 43 jóvenes desaparecidos.

Rosales Sierra fue acusado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, de lucrar con el movimiento y de tener intereses políticos, a lo que aseguró, no va a responder porque lo importante es que la información que se ha restringido les sea proporcionada.

Admitió que la reunión del miércoles 20 de septiembre se desarrolló en un marco de tensiones, pero sostuvo que los padres solamente insistieron en la necesidad de que los mandos militares aporten lo que ya se les requirió de manera muy puntual.

Precisó que no existe ninguna ambigüedad en lo requerido, se trata de planteamientos objetivos y concretos, con números de folio y los lugares en donde se encuentra lo que se necesita.

Confió en que el próximo 25 de septiembre haya una respuesta clara, acorde a lo que los jefes de familia están solicitando en los mejores términos.

“El presidente sostiene que ya se entregó todo, nosotros decimos que está incompleto”.

Comentó que desde 2021, padres y madres de los 43 ya tenían algunos datos, en el sentido de que el ejercito había recopilado información durante la noche del 26 de septiembre de 2014.

Con base a dicha información es que se pidió que se abrieran archivos de la 9a Región Militar, la 35 Zona, además del 50 y de 27 batallón de infantería, con sede en Chilpancingo e Iguala.

De la apertura de dichos archivos se logró la obtención de documentos importantes, pues en ellos se indica que en Ayotzinapa había más agentes encubiertos, mismo que informaban recurrentemente de las actividades de la Normal Rural.

De esa revisión se supo que había por lo menos dos agentes infiltrados en la Normal, uno de ellos Julio César López Patolzin.

“Julio César estuvo reportando informes a sus superiores, pero se cortó todo lo que pasó cuando lo están desapareciendo”, anotó.

Agregó que cuando los estudiantes ingresaron a Iguala, hubo agentes de inteligencia militar que los estuvieron siguiendo, lo que motivó que se realizara un despliegue militar por cada grupo de estudiantes que se dispersó en la ciudad.

Cada uno de los agentes fue reportando lo que sucedía la noche del 26 de septiembre, pero todos los informes se cortaron cuando se desataron los ataques.

Incluso, se supo que por lo menos dos militares estaban operando desde el C-4, pero no se aportó lo que ayuda a la localización de los desaparecidos.

“Se encontró una foja tamaño carta, con una transcripción que hizo el ejercito a las diez de la noche, de una charla entre Francisco Valladares (ex jefe de la policía de Iguala) y Gildardo López Astudillo (líder de Guerreros Unidos), donde dicen que hay un grupo de 17 estudiantes que de la barandilla municipal fueron llevados a la Brecha de los Lobos”, asegura.

Sostuvo: “Queremos la transcripción y el dispositivo donde se almacenó esa charla, para saber a donde fueron llevados esos 17 estudiantes y qué tanta solides tiene esa foja”.

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