Vecinos de El Dispensario denuncian amenazas
*Responsabilizan al párroco Miguel Ángel Cortés de cualquier cosa que les suceda en su lucha por conservar el Dispensario para la gente del barrio
LUIS HERNÁNDEZ
OMETEPEC, GRO.
Vecinos del barrio El Dispensario, de la cabecera municipal de Ometepec, denunciaron a través de este medio que están recibiendo amenazas por parte de algunas personas allegadas al párroco de la Catedral Santiago Apóstol, Miguel Ángel Cortés Torreblanca, para que dejen su lucha por conservar ese lugar como propiedad de su barrio.
En el lugar, los inconformes expusieron que personas desconocidas van a ingresar usando violencia para desalojarlos de las instalaciones de El Dispensario, para apropiarse con el terreno que es del barrio.
De igual forma señalaron que si llega a ocurrir algún intento de desalojo se van a defender.
Indicaron que la noche de este jueves 12 de octubre, han observado a varias personas rondando en la zona, por lo que a través de este medio responsabilizan directamente al párroco Miguel Angel Cortés Torreblanca de cualquier cosa que llegue a pasar.
El conflicto
Cabe mencionar que el problema en El Dispensario inició el pasado 22 de agosto del año en curso, luego de que a través de algunos comentarios se supo que el párroco Miguel Ángel Cortés Torreblanca vendería la propiedad sin la autorización de los colonos.
Estos por su parte han dejado en claro que la propiedad no se vende.
En el lugar, detallaron que dicha propiedad fue donada por Modesto Quezada y en entre 1960 y 1965 se construyó un dispensario médico que atendía a la ciudadanía y había algunas albercas y una cancha para eventos, todo esto encabezado por padre Félix Bello junto con la población. Pero cuando llego el párroco Rafael Cortés Gaspar en 1980, se adueñó del lugar y vendió una parte del predio supuestamente para beneficio de la iglesia; sin embargo los vecinos no dijeron nada en ese entonces.
Posteriormente, el lugar quedó abandonado, ya que no dejaba que nadie ingresará al lugar.
Luego del fallecimiento del párroco Rafael, llegó el padre Miguel Ángel y trascendió que venderá el predio y una parte pretendía heredarla.
Esto generó la molestia en la ciudadanía y es cuando dedicieron tomar la propiedad, para que se le siga dando uso al predio en beneficio de la población.