*Venían de cubrir una nota roja
MARGENA DE LA O
AMAPOLA PERIODISMO
Cuatro periodistas fueron atacados a balazos por dos hombres que viajaban en motocicleta cerca de unas instalaciones militares. Tres de ellos salieron heridos, dos de gravedad, el tercero tuvo un rozón de bala y el cuarto resultó ileso.
Los periodistas venían de cubrir la noticia de un asesinato en la colonia La Palma, al poniente de Chilpancingo. El segundo homicidio de un chófer del transporte público ocurrido este mismo martes.
Los periodistas que siguen internados en el Hospital General Raymundo Abarca Alarcón de Chilpancingo son Víctor Mateo, colaborador para varios medios locales de comunicación, como ANG, Ahora Guerrero, Quadratín, y Jesús de la Cruz, quien es reportero del medio Noticias Reporte Guerrero. Ambos tienen heridas graves y pueden ser trasladados fuera del estado a un hospital más especializado.
El primero de estos es reportero exclusivamente de información de violencia, y el segundo lleva unos tres meses como trabajador de los medios de comunicación.
El tercer lesionado es el fotorreportero Oscar Guerrero, colaborador de Amapola Periodismo, quien tuvo un rozón de bala en el brazo izquierdo; fue dado de alta después de recibir atención médica, pero lo más grave fue la impresión emocional del ataque.
El cuarto reportero que vivió el ataque, Héctor «N», salió ileso, sin que esto signifique que esquivara el susto.
Los periodistas cubrieron los hechos donde mataron al chofer de una unidad del transporte público y cuando regresaban se detuvieron afuera del Batallón Militar de Ingenieros para escribir y enviar su información, cuando un par de hombres en moto pasó a su lado, avanzaron, se regresó y después les dispararon.
Otros tantos comunicadores estuvieron en la cobertura de la noticia y minutos antes habían pasado por el lugar de la agresión. Nunca sospecharon lo que podía ocurrir, pero algunos contaron que vieron motos cerca de la escena del crimen.
Los cuatro, como pudieron, se subieron en el auto en que viajaban, avanzaron unos metros y después siguieron a pie para refugiarse en esa área militar, donde pidieron auxilio. Una ambulancia y patrulla de la Guardia Nacional los trasladó hasta el Hospital General de Chilpancingo, ubicado en Tierras Prietas.
Hasta este punto se reunieron la mayoría de los periodistas de Chilpancingo, primero, para saber qué pasó con sus colegas, y después para desde ahí exigir garantías para el ejercicio periodístico, porque fue un ataque directo contra los comunicadores.
Al hospital también llegó personal de la Fiscalía General del Estado (FGE), del área de atención especializada a periodistas, para seguir la investigación del ataque intencional, ocurrido en una vía muy transitada y a unos metros donde están policías militares.
El director del hospital, José Antonio Ramírez, salió a informar el estado de salud de los periodistas que siguen hospitalizados.
«Probablemente se tenga que trasladar a un paciente fuera del hospital, probablemente, eso va a ser conforme tengamos los gabinetes. Se van a hacer ahorita estudios de tomografía, ya con eso vamos a valorar con el médico que estaba en el servicio de Urgencias», comentó.
A las tres y media de la tarde se supo afuera del hospital general que a los periodistas los sacaron a una clínica privada local para hacerles los estudios correspondientes para su evaluación de salud.
Este es el primer ataque armado directo documentado contra periodistas en una jornada cotidiana de trabajo.
Algunos de los reporteros atacados cubrían otras actividades del día en el Congreso local, cuando supieron del asesinato del chofer, de donde salieron a prisa. Algunos hasta se cooperaron para irse en el mismo taxi. Llegaron al lugar de los hechos e hicieron su cobertura normal.