KARLA GALARCE SOSA
QUADRATÍN GUERRERO
El arzobispo del puerto, Leopoldo González González advirtió que, en el inmenso mundo de la pobreza, la intervención institucional y de las personas de la sociedad por las familias que sufren pérdidas materiales y emocionales por el huracán Otis, es limitada, débil e insuficiente, por ello pidió reforzar el esfuerzo de que tienden la mano a los pobres.
Convocó a la población a no acaparar víveres y despensas que han llegado de otras partes del país y permitir que las familias que en verdad las requieren, puedan recibirlas.
Este domingo, durante su mensaje quincenal, el líder católico dijo que la actitud de todas las personas que miran por las familias vulnerables ayuda a ver al prójimo y refuerzan la paz, el tejido social y la seguridad.
“Si mirar por los demás es nuestra actitud de cada día, nadie nos tiene miedo, no somos amenaza, ni somos indiferentes en su necesidad”, subrayó.
Lamentó la desaparición de personas y gente del sector náutico, para que las familias en búsqueda de sus seres queridos puedan ser escuchados no solo por las autoridades sino también por la población.
Destacó la problemática que representa la falta de recolección de basura y pidió en la medida de lo posible a los pobladores, separar la basura para luego, en aquella que se descompone, se esparza cal para evitar la proliferación de moscas y de enfermedades.
El mensaje, difundido en redes sociales, mencionó que se llevó a cabo la séptima jornada nacional por los pobres, en la que invitó a reflexionar en las familias que perdieron todo luego de que el huracán destruyó la ciudad y que claman por ayuda.
“No aprendamos a pasar indiferentes sin ver el rostro del pobre”, pidió González González quien agradeció las muestras de solidaridad que personas de todas las edades y condiciones sociales, han acogido a los marginados que sufren aún sin conocerles.
Asimismo, llamó a escuchar a quienes necesiten compartir su experiencia tras el devastador huracán Otis que golpeó la costa de Acapulco y Coyuca de Benítez.