Desde hace 5 años busca a su hijo. “Lo he buscado hasta en las barrancas”
* Francisco Fonseca Leyva. de 22 años de edad, despareció el 18 de mayo del 2019, era peón de albañil
YASMÍN GARCÍA/SNI
CHILPANCINGO, GRO.
“Desde hace cinco años no sé nada de mi hijo, lo he buscado hasta en las barrancas”, lamentó la señora Margarita Leyva Cruz, madre de Francisco Fonseca Leyva, quien desapareció el 18 de mayo del 2019.
Francisco Fonseca trabajaba como peón de albañil en una obra de construcción en la colonia Eduardo Neri en Chilpancingo el sábado 18 de mayo a las 7 horas se despidió de su mamá para irse a trabajar, pero no volvió.
Al día siguiente Margarita lo fue a buscar a la obra, sus compañeros albañiles le dijeron que no sabían nada de él, los dos meses siguientes lo buscó en las calles de la colonia y en las barrancas aledañas, Hospitales, Ceresos, y en el Semefo.
En la Fiscalía General del Estado (FGE) le dijeron que no pasaba nada que seguro regresaría porque los jóvenes de esa edad suelen irse de su casa.
Ante las exigencias de Margarita, le dijeron que su hijo se había ido a Estados Unidos, versión que no creyó. Pidió pruebas como las grabaciones de la terminal para ver que abordaba algún autobús ya que las autoridades no le presentaron ninguna prueba de sus argumentos.
“Les decía ayúdenme a buscar me dijeron no pasa nada, al mes mandaron a los ministeriales a investigar, antes con mis vecinos anduvimos rastreando las barrancas, buscando, y para que lo subieran a la plataforma, emitieran su ficha de búsqueda me costó bastante me decían que por ser un hombre y sin novia no le daban prioridad”, reprochó.
Desde esa época (2019) Margarita no ha tenido avances en la investigación incluso su carpeta está vacía y lo único que contiene es la denuncia que ella presentó por la desaparición de su hijo.
“Fui a la instancia y resulta que no hay investigación, resulta que mi carpeta sólo contiene la denuncia”, lamentó.
Recuerda a su hijo como un joven amoroso, trabajador, solitario y callado.
Exigió a las autoridades realizar su trabajo para dar con el paradero de su hijo “duele más un hijo desaparecido que un hijo muerto porque muerto sabes en donde esta y desparecido te preguntas que le están haciendo sí ya comió sí está bien o no”.
