*La disponibilidad anual por habitante pasó de 10 mil metros cúbicos (m3) en 1960 a 3.2 mil m3 en esta década
ERÉNDIRA ESPINOSA
EXCÉLSIOR/CDMX
El aumento de las sequías y la mala gestión del agua, disparan los temores a la ola de calor y a la posibilidad de que varias entidades, entre ellas la Ciudad de México, se queden sin el vital líquido; poniendo en riesgo tanto a los habitantes como a la economía.
Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (iMCO), el estrés hídrico cobra aún más relevancia, dado que los estados fronterizos del país generan 21% del Producto Interno Bruto (PIB), y el Valle de México casi 25%, por lo que la falta de agua puede afectar gravemente a la economía nacional.
Durante las últimas décadas, la disponibilidad anual por habitante en México pasó de 10 mil metros cúbicos (m3) promedio en 1960, a 4 mil m3 en 2000 y 3.2 mil m3 en 2020.
El deterioro y explotación de los cuerpos de agua, sumado al aumento de la población y al incremento de las sequías, provocará que para 2030, la disponibilidad en México descienda por debajo de los 3 mil m3 por habitante al año”, advirtió el Imco.
El factor adicional que afecta la disponibilidad de recursos hídricos es el cambio climático, ya que el incremento de la temperatura y la variación en las precipitaciones afecta las principales cuencas hidrológicas del país.
Es relevante que tanto el sector público como el privado hagan inversiones para mejorar la eficiencia del agua y así minimizar los riesgos que la falta de dicho recurso vital pueda causar. La falta de agua puede tener impacto en la operación de las empresas y el sector agropecuario, lo que conlleva riesgos en la seguridad alimentaria, y además significa un menor porcentaje de la población con acceso a este recurso, que es una necesidad humana”, alertó la calificadora HR Ratings.
Coincidió en que, entre las principales causas del estrés hídrico que enfrentamos se encuentra el crecimiento demográfico, la urbanización, el cambio climático, el uso agrícola, la contaminación del agua, la sobreexplotación de acuíferos y deficiencias en la gestión del agua.
¿ QUIÉN GASTA MÁS AGUA?
Marco Lara y Juan José Li Ng, especialistas de BBVA, señalaron que los estados que más agua gastan son Sinaloa, Sonora y Veracruz; además, contrario a lo que muchos podrían pensar, la Ciudad de México se encuentra en los últimos tres lugares, mientras que el Estado de México ocupa el undécimo puesto.
Con base en datos de la Conagua, los analistas de BBVA destacaron que 67.8% del agua consumida en el país fue destinada al sector agropecuario (agricultura, agroindustrias y uso pecuario), mientras que en segundo lugar se encuentra el uso público-urbano y doméstico, con 14.7% del total. El restante se divide principalmente en agua destinada a usos múltiples (6.7%), centrales termoeléctricas (4.6%), industrias (3.1%), comercio y servicios (1.9%), acuacultura (1.3%) y otros usos (<0.1%).
En el estudio: México. Agua ya no pasa por mi casa: una revisión de la situación hídrica actual, los analistas de BBVA alertaron que existe una amplia brecha socioeconómica en el suministro en los hogares que cuentan con tubería de agua.
El 49.5% de hogares en el estrato bajo reciben agua por tandeo (de forma irregular en la semana) vs. 17.0% en el alto. La Ciudad de México es la entidad federativa con la brecha más amplia: en el estrato alto el 4.5% de los hogares recibe agua por tandeo y en el bajo el 80.0% en 2022”, explicó la institución.
Para la Coparmex una forma de mejorar la disponibilidad de agua es modernizando al campo, ya que implementando control ambiental en los invernaderos y sistemas hidropónicos; algunos cultivos podrían ser exitosos con una quinta parte del agua que hoy utilizan, sin embargo, se requieren recursos y apoyos para lograrlo.
Asimismo, los empresarios creen que crear una Secretaría del Agua, que fiscalice las concesiones de todos los sectores ayudaría a solucionar el problema.