BALTAZAR JIMÉNEZ ROSALES
ZÓCALO/CHILPANCINGO, GRO.
En Guerrero “preocupa muchísimo” el tema de las desapariciones forzadas, reconoció el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan”, Abel Barrera Hernández en el marco del 30 aniversario de la creación de esta organización.
Entrevistado vía telefónica, el luchador social refirió que en los inicios de “Tlachinollan” como organización defensora de los derechos de los pueblos indígenas, las desapariciones de personas no era un tema de preocupación nacional y estatal, pero “ahora el caso de las personas desparecidas, realmente preocupa muchísimo a pesar de que hay una ley que ya está funcionando”.
Sin embargo, recalcó que el problema ahora es que “no se aplican los protocolos de búsqueda de las personas, no se investiga el contexto en el que se dan esas desapariciones y los familiares son los que realmente realizan las búsquedas”.
En este contexto, Barrera Hernández dijo que existe “un desamparo” de las familias que luchan por encontrar a sus hijos, hermanos, esposos, esposas, y que desafortunadamente el tema se la recrudecido en los últimos años, señaló.
Refirió que a nivel estatal existe un ambiente adverso porque la “gente se siente insegura”, en las ciudades como Acapulco, Chilpancingo, e Iguala, porque no tienen a dónde ni con quién acudir, ya que las mismas autoridades están coludidas en algunos lugares con los grupos delincuenciales, o están supeditados a sus intereses.
Dijo que por ejemplo “en Acapulco, que es el puerto que más se conoce a nivel internacional y nacional, vemos que está copado por grupos del crimen organizado, diariamente vemos escenas de violencia, de persecuciones, de asesinatos, vemos cartulinas que amenazan a la gente, que les piden su cuota que los van a desaparecer, ahora vemos a una autoridad replegada”, expuso.
Aunado a esto, dijo el director de “Tlachinollan”, sólo hay autoridades que “ven los hechos” pero que no se involucran, y cuando lo hacen es porque ya se consumaron los hechos, lo que considera es una claudicación de las autoridades de protección, de prevención y persecución del delito.
Esto ha dejado a la ciudadanía que siga con el “viacrucis de impunidad”, porque no hay investigaciones profesionales, ni resultados, porque quienes comenten delitos como desapariciones forzadas y homicidios, no son detenidas, “no se judicializan las investigaciones”, apunto.
Barrera Hernández expresó finalmente que de manera desafortunada “todo se queda en investigación y hasta eso, porque tiene que ir la familia porque es un requisito para que puedan investigar por la desaparición de un ser querido, fuera de eso, no se investiga y queda en mero trámite burocrático que no trasciende en resultados tangibles”.
