CARLOS CORDERO/QUADRATÍN
CIUDAD DE MÉXICO
En México, 18 millones 782 mil alumnos de primaria y secundaria son víctimas de bullying o intimidación, una forma de violencia que se produce entre iguales, en la que una persona o grupo de personas ejercen maltrato físico, verbal o psicológico sobre otra, advierten datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), al 12 de junio de este año.
Por ello, el Pleno de la Comisión Permanente aprobó un exhorto a la Secretaría de Educación Pública (SEP), en coordinación con el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), para reforzar los programas de prevención, detección y atención de la violencia escolar, en los planteles educativos de nivel básico y medio superior, de todo el país.
De acuerdo al documento avalado en votación económica en sesión de este miércoles, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) alerta que “la violencia entre estudiantes no es un juego, es necesario implementar medidas de prevención, atención y recuperación de quienes la padecen y la ejercen, para garantizar el derecho de niñas, niños y adolescentes a una educación de calidad y fomentar una cultura de paz a través de ellos”.
Además, bajo los fundamentos del artículo 4o constitucional y la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, en su artículo 13, cualquier manifestación de acoso escolar atenta contra los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes, a la vida, a la paz y a vida libre violencia.
La Secretaría Ejecutiva del Sipinna insta a autoridades a prevenir, detectar y atender oportuna e integralmente el acoso escolar, además, exhorta a las comunidades educativas y a los entornos familiares a eficientar los mecanismos de detección temprana que puedan garantizar que las intervenciones sean efectivas y las afectaciones evitadas.
