*El Presidente mexicano habló de la carta que escribió Genaro García Luna, la cual fue difundida ampliamente por diversos periodistas
*Exigió al exsecretario de Seguridad Pública, detenido en Estados Unidos, que presente las pruebas de los supuestos vínculos que tendría con el narcotráfico
SINEMBARGO
CIUDAD DE MÉXICO
El Presidente Andrés Manuel López Obrador pidió la mañana de este miércoles a Genaro García Luna, quien fue Secretario de Seguridad Pública federal en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, que presente pruebas de las acusaciones que hizo en su contra y que las solicite al Departamento de Estado de Estados Unidos, donde se encuentra a la espera de recibir sentencia luego de ser declarado culpable de tener vínculos con el narcotráfico.
Durante su conferencia de prensa matutina, realizó un breve repaso por los diferentes cargos que desempeñó García Luna en el Gobierno: “Desde sus inicios con el expresidente Carlos Salinas de Gortari, cuando trabajó en el entonces Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), hasta que llegó a convertirse en la mano derecha de Calderón Hinojosa, quien desató la llamada “guerra contra el narcotráfico”.
“En el [20]11, la Embajada de Estados Unidos premia a García Luna, el que ayer escribe una carta diciendo que las acusaciones en contra de él surgieron de nuestro Gobierno y que yo tengo vínculos con el narcotráfico o con las bandas de delincuentes del narcotráfico”, declaró el mandatario mexicano desde el Salón Tesorería de Palacio Nacional.
En ese contexto, recordó que el “súper policía” comenzó “en el CISEN, en el sistema de inteligencia del Gobierno”. “Tuvo que ver con el asesinato del candidato [Luis Donaldo] Colosio. No es que haya participado directamente, pero en la investigación que hizo la Fiscalía [General de la República], [se descubrió que] a él lo mandaron a rescatar al segundo tirador”, aclaró.
La Fiscalía General de la República (FGR) de Alejandro Gertz Manero decidió hace unos meses, 30 años después del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta (23 de marzo de 1994, Tijuana), retomar la tesis del complot. De eso se trata el caso del “segundo tirador”. Por años se aseguró que Mario Aburto fue un asesino solitario y que, por lo tanto, no era el brazo ejecutor de un grupo de conspiracionistas que querían deshacerse del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la República, aspirante a suceder a Salinas de Gortari.
Fue en el Gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León, con el panista Antonio Lozano Gracia como Procurador General de la República, que se buscó acreditar la hipótesis del segundo tirador. Durante años ha habido dos rostros. El primero, Othón Cortez Vázquez. El segundo, Jorge Antonio Sánchez, exagente del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, que es quien, según la Fiscalía, habría sido rescatado de la escena del crimen en Tijuana por el Secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón: Genaro García Luna, hoy preso en Estados Unidos por sus nexos con el narcotráfico.
López Obrador mencionó ese episodio en la “mañanera” y aprovechó para volver a denunciar que un Juez del Poder Judicial de la Federación (PJF) no le otorgó a la FGR “la autorización” para aprehender al “segundo tirador” que habría participado en el magnicidio que sacudió a la política mexicana.
“García Luna empieza con [Carlos] Salinas en el CISEN, en el sistema de espionaje, en 1989, entrando [Carlos] Salinas. En 1994, ya teniendo cierto nivel, es cuando va a Tijuana a rescatar al segundo tirador, que lo dejaron libre los jueces del Poder Judicial corrupto, que afortunadamente ya van a tener que salir porque el pueblo ya no quiere más corrupción de jueces, de magistrados y de ministros”, reiteró.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a Genaro García Luna, quien fue Secretario de Seguridad Pública federal en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, que presente pruebas de las acusaciones que hizo en su contra y que las solicite al Departamento de Estado de Estados Unidos, donde se encuentra a la espera de recibir sentencia luego de ser declarado culpable de tener vínculos con el narcotráfico.
Después, agregó el Jefe del Ejecutivo federal, “sigue García Luna en la Procuraduría y lo mismo, con labores de espionaje”. “Llega a ser Secretario de Seguridad Pública y tenía un sistema de vigilancia de lo más sofisticado”, contó a los medios de comunicación.
“¿Por qué doy todos estos antecedentes? Porque un hombre que se dedica a eso, entre otras cosas, más de 30 años, desde el [19]89 a la fecha o cuando lo detuvieron, ¿cómo no va a saber todo lo relacionado conmigo si era su trabajo y si yo era opositor? Claro que me espiaba. Entonces escribe que hay pruebas, hay videos, hay llamadas, hay audios. Es muy sencillo: que los dé a conocer. Él tiene todo”, afirmó.
“Es muy importante tener autoridad moral y no establecer relaciones de complicidad con nadie si se va a trabajar en beneficio del pueblo. Si uno es dirigente y quiere transformar una realidad de opresión, de injusticias, de privilegios; hay que tener autoridad moral, hay que ser honesto, porque si no, no puede uno, lo destruyen. En mi carrera de décadas como dirigente, he padecido de muchísimas acusaciones y no han podido”, subrayó el gobernante.
“Entonces es muy sencillo: que presente las pruebas. […] Para que no falle, que le pida a sus amigos de la DEA la información; que le pida a sus abogados que busquen a Tim Golden, premio Pulitzer dos veces; que vaya con los editores del New York Times o del Washington Post; y para que no falle, que no falle, que vaya al Departamento de Estado del Gobierno de Estados Unidos”, añadió.
-Presidente, en ese sentido, ¿usted tomará alguna acción por esto? ¿Usted tomará alguna acción por estos señalamientos? -le cuestionó una reportera.
-Nada, nada, nada, no, nada. Nada más es explicar que están muy desesperados -repitió AMLO.
“Y son los jefes, los ‘halcones mayores’, son muy ingratos, porque lo dejan solo a García Luna. El primero que debería estar defendiéndolo es Calderón. Si, como dice él, es inocente, ¿por qué no Calderón lo defiende? Luego, los que lo premiaron, la Embajada de Estados Unidos en México, la DEA, desde luego el Departamento de Estado, el Departamento de Justicia en Estados Unidos”, concluyó.
Así reaccionó el Presidente de México a los señalamientos que realizó García Luna. A través de una carta que escribió desde una cárcel estadounidense, lo acusó de estar coludido con el narcotráfico y en particular con una facción del Cártel de Sinaloa que dirige Ismael “El Mayo” Zambada, quien fue apresado en julio en Texas.
El escrito de cuatro páginas del exsecretario de Seguridad fue enviado por sus abogados a varios periodistas que lo difundieron el martes. La carta se dio a conocer a dos semanas de que López Obrador culmine su sexenio.
García Luna, quien fue declarado culpable el año pasado de recibir sobornos para proteger a los cárteles del narcotráfico y está a la espera de una sentencia, dijo en la misiva que en los registros oficiales de México y Estados Unidos hay “contactos, videos, audios, fotografías, registros de comunicación y gestión entre el actual Presidente de México Andrés López Obrador y sus operadores con líderes del narcotráfico y sus familias, en particular con los narcotraficantes que fueron utilizados como testigos en mi contra durante el juicio”.
El exsecretario mexicano, de 56 años, fue declarado culpable de cargos que incluyen participar en una empresa criminal y enfrenta al menos 20 años de cárcel y hasta cadena perpetua cuando sea sentenciado el 9 de octubre.
Al negar las acusaciones en su contra, García Luna señaló al Gobierno mexicano de “mentir” y “entregar información falsa” sobre su caso a Estados Unidos, y aseguró en la carta que fiscales estadounidenses le ofrecieron un trato para convertirse en testigo protegido a cambio de una sentencia de seis meses y que le pidieron rendir testimonio contra las instituciones mexicanas.
Asimismo, el exfuncionario indicó que ha estado detenido por casi cinco años en “condiciones infrahumanas” en Estados Unidos, y que “ha presenciado homicidios, amenazas y amenazas sistemáticas a mi integridad”.
El mes pasado, la Fiscalía estadounidense informó que García Luna trató de sobornar a otros presos para que hicieran falsas afirmaciones en apoyo a su intento de lograr un nuevo juicio por acusaciones de narcotráfico.
Las autoridades mexicanas han acusado al exsecretario de Seguridad de haber mantenido durante dos décadas una red de corrupción y lavado de dinero que incluyó un conglomerado familiar de 40 empresas que obtuvieron recursos públicos por 745 millones de dólares que terminaron en Estados Unidos, y se utilizaron para adquirir numerosos inmuebles y lujosos vehículos.
La denuncia fue presentada en febrero del año pasado por Pablo Gómez, jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) que depende de la Secretaría de Hacienda, quien reveló que García Luna realizó la mayor parte de las operaciones ilegales cuando estuvo al frente la Secretaría de Seguridad Pública, cargo que ocupó entre 2006 y 2012 durante el Gobierno del entonces Presidente Felipe Calderón.
En septiembre de 2021, el Gobierno mexicano presentó una demanda ante una Corte de Florida para recuperar los activos del exfuncionario.