*Podría ser proporcionada información falsa, alertó el religioso
MARCIAL CAMPUZANO
CHILPANCINGO, GRO.
El sacerdote y director del Centro de Derechos de las Víctimas de Violencia “Minerva Bello”, Filiberto Velázquez Florencio, señaló que no es confiable el mecanismo de entregar una recompensa para conocer el paradero de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos hace 10 años en Iguala, porque podría haber falsa información de lo que pasó, además de que integrantes y los grupos delictivos que participaron “ya no existen”.
Además, admitió no pudo la Iglesia Católica pacificar el municipio Leonardo Bravo con una tregua entre los grupos delictivos que se disputan el territorio, por lo que corresponderá a las autoridades estatales y al nuevo gobierno federal atender los problemas de inseguridad que hay en esa demarcación territorial para que haya un cambio.
En entrevista que concedió minutos antes de iniciar la megamarcha que estudiantes normalistas de varios estados del país realizaron en Chilpancingo, para exigir justicia por la desaparición de 43 de sus compañeros hace 10 años en Iguala, el religioso señaló que la Iglesia Católica mantiene su apoyo a las familias de los jóvenes desaparecidos y a la propia normal de Ayotzinapa.
“Desde cuando estaba en Guerrero el arzobispo Carlos Garfias Merlos, la Iglesia siempre tuvo un acercamiento con la normal, “y seguirá el acompañamiento tanto espiritual y a través del Centro de Derechos de las Víctimas de la Violencia “Minerva Bello”, seguiremos firmes en la exigencia de defender los derechos humanos”, indicó.
El padre Filiberto Velázquez manifestó que aunque no confíen en las próximas autoridades federales que entrarán en funciones el 1 de octubre, serán quienes están obligados a resolver el caso Ayotzinapa, en el entendido de que se mantiene la Comisión que investiga los ataques y la desaparición de los estudiantes, la cual sólo cambiará de integrantes.
Si hay voluntad de próximo gobierno federal para que sigan las investigaciones, y conocer la verdad de lo que pasó en Iguala la noche del 26 y 27 de septiembre de 2014, habrá resultados antes de que termine este año, y el próximo año se podrá decir si las investigaciones tendrán un rumbo diferente, “o vamos a tener lo mismo”, señaló.
En relación al ofrecimiento de una recompensa por hasta 10 millones de pesos, para obtener información para conocer el paradero de los 43 normalistas, el sacerdote Filiberto Velázquez vio complicado ese mecanismo, porque en el gobierno de Ángel Aguirre Rivero también hubo el ofrecimiento de recompensas.
Si bien el ofrecimiento de la recompensa es un incentivo y una muestra de voluntad, dijo que no ve tan eficiente ese mecanismo como para que alguien dé una información verídica de lo que pasó, porque quienes supieron y los grupos que participaron ya ni siquiera existen.
En relación a la inseguridad y a la violencia que prevalece en el municipio de Leonardo Bravo, sobre todo en la cabecera municipal Chichihualco, el religioso dijo que se ha buscado la manera de dialogar con integrantes de los grupos delictivos en disputa, pero que no se ha logrado establecer una tregua entre los 2 grupos, de los cuales “uno es fuerte y otro débil”, indicó.
Corresponderá al Estado encontrar una solución “porque en nuestras manos no vemos cómo podemos ahí hacer un cambio”. Manifestó su confianza de que las cosas cambien en Chichihualco con la llegada de una nueva presidenta de la República con una nueva política de seguridad, señaló el sacerdote.