* Nueve viudas lloran a sus esposos, asumen que están en el desamparo
* Sepultan a sus muertos en el panteón de la localidad
* En el panteón de Chautipan nunca habían sepultado a víctimas de asesinato
ROGELIO AGUSTÍN/SNI
CHILPANCINGO, GRO.
Antes de las 15:00 horas del sábado, uno a uno, los féretros con once víctimas mortales fueron colocados en camionetas particulares para ser llevados al panteón ubicado en la parte alta de Chautipan, comunidad que vive los días más trágicos de su historia reciente.
Un grupo religioso de tendencia protestante acompañó con una oración los últimos minutos del sepelio, en el patio donde se velaron nueve de los once cuerpos abandonados en la entrada sur de Chilpancingo la noche del miércoles 6 de noviembre.
Los acordes de una guitarra musicalizaron los himnos cantados durante los últimos minutos en que los cuerpos permanecieron en un patio común, en una vivienda en donde el comisario del pueblo dirigió algunas palabras para exigir justicia, siempre con el rostro cubierto para mantener a salvo su identidad.
En esos últimos momentos de acompañamiento, las mujeres recargaron los rostros llorosos en los ataúdes, en un intento por abarcarlos con los brazos mientras daban rienda suelta al desahogo.
Entre los datos que arroja la tragedia se encuentra el de 20 niños que han quedado en la orfandad, hijos de nueve mujeres que pasaron a ser las viudas de esposos que representaban el principal sustento económico.
Huérfanos y viudas tendrán que resolver como vivir en el futuro inmediato, en una localidad ubicada a tres horas de la capital del estado, donde la principal actividad productiva que se tiene es la siembra de maíz, frijol, jitomate y la crianza de chivos.
Chautipan es una comunidad que sus habitantes reivindican como pacífica, su nombre evoca la existencia de agua en abundancia, situación que se confirma con el bosque que prevalece en sus alrededores.
El panteón del pueblo se ubica en la parte alta, se llega circulando en un camino de terracería, dado el deterioro que presentaban los cadáveres fue necesario utilizar maquinaria pesada para abrir las siete fosas en donde se depositaron las cajas.
Otro dato que llama poderosamente la atención, es que en el panteón del pueblo nunca se había sepultado una sola víctima de asesinato, hoy de golpe llegaron once y esperan no tener más.
Este sábado hubo cielo nublado en Chautipan, los habitantes advertían que en cualquier momento podría llover y por esa razón apresuraron el desenlace del sepelio.
Uno a uno fueron cargados y colocados en la batea de camionetas particulares para ser trasladados al camposanto, de manera paulatina se les despidió en los domicilios que habitaban hasta el momento en que salieron para trabajar en la venta de trastes, principalmente de aluminio y peltre.
El duelo hasta el momento lo han pasado solos, a la comunidad no han llegado servidores públicos y las gestiones relacionadas con los gastos inmediatos han corrido a cuenta del comisario.
A consecuencia de que todavía no aparecen otros seis pobladores desaparecidos en las inmediaciones de Chilapa, los representantes de la comisaría anticiparon que durante la próxima semana podrían bajar a manifestarse a la capital del estado.
Van a pedir que los operativos de búsqueda se intensifiquen hasta recuperar a sus vecinos faltantes y exigen que se les localice con vida, pues sostienen que lo que han pagado con once vidas ya representa un costo injusto.
También solicitarán a los tres niveles de gobierno que se garantice un apoyo mínimo para los 20 huérfanos y las nueve viudas, que hasta el momento no han levantado la voz por estado de vulnerabilidad en que se encuentran.