En Carrizalillo reportan enfermedades por químicos que utiliza la minera

*Desde complicaciones en la piel, partos prematuros hasta enfermedades mentales

ROGELIO AGUSTÍN/SNI
CHILPANCINGO, GRO.

A casi 20 años de que iniciara la explotación minera en Carrizalillo, los habitantes reconocen que lejos de contar con los niveles de desarrollo que se les ofrecieron, actualmente enfrentan problemas de salud muy fuertes.

Los pobladores cuidan no aportar sus identidades cuando tienen la oportunidad de dialogar con los medios de comunicación sobre la sotuación que prevalece en el pueblo, que se ubica en la parte alta del municipio de Eduardo Neri, todavía en la región Centro de Guerrero.

Pero admiten que la cercanía con las instalaciones tiene ya efectos muy directos en su salud.

“Como la comunidad está cerca, todos los químicos, los polvos nos llegan a la comunidad y los respiramos”, señalan.

Y reconocen el brote de enfermedades: “”Hay muchos partos prematuros, enfermedades de la piel que se manifiestan a través de ronchas, hay niños que nacen con discapacidad, otros hiperactivos, en las escuelas de manera recurrente se reportan casos de retraso mental”.

A lo largo de casi 20 años, Carrizalillo no ha conocido la puesta en marcha de un sistema de abastecimiento de agua potable propio, como lo prometió la primera empresa que llegó a sus tierras, Gold Corp, luego tratarían con Lea Gold y actualmente enfrentan un diferendo con Equinox Gold.

Admiten que en algún momento las mineras tendrán que irse, pero aclaran que no van a permitir que los dejej en las condiciones en que actualmente se encuentran, con una gran cantidad de enfermedades entre la población y las tierras inutilizadas por el uso de cianuro para obtener el oro.

Carrizalillo todavía tiene alrededor de 3 mil habitantes, cuentan con planteles de educación preescolar, primaria y telesecundaria, les habían ofrecido que llegaría el bachillerato pero eso no sucedió.

Admiten que muchos de sus hijos tuvieron que salir para busca la oportunidad de tener estudios de nivel superior, pero reconocen que los que permanecen en el pueblo, están expuestos a las complicaciones de la salud que provoca vivir muy cerca de una compañía minera que opera completamente a cielo abierto.