Icono del sitio El Faro de la Costa Chica

Urgen a restaurar manglares ante huracanes cada vez más agresivos

*La pérdida de esos ecosistemas fue un factor que propició la devastación por Otis y, frente al acelerado cambio climático

ILIAN CEDEÑO
EXCÉLSIOR/CDMX

Desde la década de 1980 se han partido 50% de los manglares que existían en Acapulco. Si se hubiera mantenido la distribución de esos ecosistemas, cuando el huracán Otis impactó la región, el 25 de octubre de 2023, se habrían protegido 85 hectáreas de infraestructura, lo que representa una reducción de 3,02% en el daño.

Ante esa acelerada pérdida de manglar, especialistas de la Universidad de California y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) urgen a restaurar manglares y generar una barrera natural que proteja a la comunidad guerrerense de futuras devastaciones derivadas de fenómenos naturales, cada vez más agresivos por el cambio climático.

Por cada infraestructura que se va alejando de un manglar cada kilómetro, se incrementa en 2% la probabilidad de que esa infraestructura se destruya. Por ello, todo este manglar que ya se había perdido y que lo tenemos que restaurar incrementó la probabilidad o el impacto en 5%”, aseveró el oceanógrafo Octavio Aburto, del Instituto de Oceanografía Scripps, en San Diego, California.

En entrevista con Excélsior, el también profesor de la Universidad de California afirmó que es urgente sumar esfuerzos y priorizar la prevención, restaurando manglares, en lugar de invertir millones de dólares en reparación.

“Los daños por Otis ascienden a 16 millones de dólares. Si los empresarios entienden que la restauración de manglares es muy importante para no seguir cada año poniendo esas cantidades o más, pues invirtamos mil millones de pesos en empleos en las comunidades y que éstas ayuden a restaurar los manglares y, en lugar de pensar en que va a ser un costo, verlo como inversión”, dijo el especialista, quien colaboró en el estudio ‘La preservación de los manglares podría haber reducido significativamente los daños causados por el huracán Otis en la costa de Guerrero’, realizado en conjunto con el doctor Bernardo Bastien-Olvera, del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). La investigación fue publicada en Science of the Total Environment.

Frente a la amenaza latente de huracanes más intensos y la deforestación, el doctor Aburto liderará a un equipo que este año mapeará los manglares en Guerrero.

“Vamos a usar tecnología más precisa, con drones, para cuantificar la cobertura de manglar y generar unos mapas de alta resolución y que nuestros resultados ayuden a demostrar que son importantísimos los esfuerzos de restauración”, detalló.

Especificó que, por ello, si dejamos vivir a los manglares, nos seguirán dando esos servicios que son gratuitos.

Beneficio para

la salud

Aburto alerta sobre el impacto que estos ecosistemas tienen en la salud, pues hay dos tipos, la preventiva y la de mantenimiento. En el primero, los manglares filtran agua, sus raíces, su metabolismo, ayudan a que cualquier exceso de contaminantes, de nutrientes, de otros elementos, incluyendo metales pesados, se reduzcan y, por lo tanto, cuando tenemos bahías con manglares saludables, pues tenemos agua que no está contaminada.

Por otro lado, está la salud de mantenimiento. “Nosotros necesitamos comer, necesitamos proteínas, y el tener manglares saludables no solamente nos ayuda a generar esta comida, sino que estos ecosistemas, así como muchos, son esenciales para mantener la seguridad alimenticia, que no solamente es tener comida, sino también una nutrición buena”, señala.

Subraya que 30% de las pesquerías de México están relacionadas con manglares.

Cuestiona: “¿eEn dónde está el sector pesquero quejándose por la pérdida de manglares que ya está detonando una crisis alimenticia y, por ende, la máquina que genera sus productos?”.

Y agrega que esto no sólo debería ser un problema ambiental, sino también de la pesca y la seguridad social.

Salir de la versión móvil