Vinculan a proceso a cinco ‘coyotes’ que operaban en BC

* Un juez vinculó a proceso a cinco presuntos integrantes de una organización dedicada al tráfico de personas que operaban en las ciudades de Ensenada, Mexicali, Tecate y Tijuana, en Baja California

DAVID VICENTEÑO
EXCÉLSIOR/CDMX

Un Juez del Centro de Justicia Penal Federal en Baja California vinculó a proceso a cinco presuntos integrantes de una organización dedicada al tráfico de personas que operaban en las ciudades de Ensenada, Mexicali, Tecate y Tijuana.

La Fiscalía General de la República (FGR), a cargo de Alejandro Gertz Manero, informó que, con los elementos aportados por el Ministerio Público Federal, los sospechosos serán imputados por su probable responsabilidad en el delito de delincuencia organizada, con la finalidad de cometer tráfico de personas.

Este grupo de “coyotes”, desmantelado por autoridades federales y estatales, estaba integrado por Ubaldo Genchi Atrizco, Nohe Gómez Hernández; María Raquel Cárdenas Kennedy, alias La Tía; Dalia Genchi Atrizco y José Antonio Valenzuela Franco.

Los traficantes de personas operaban en la frontera entre México y Estados Unidos, internando de manera ilegal a migrantes, en su mayoría procedentes de Sudamérica, a quienes exigían el pago, en promedio, de 19 mil dólares por cada cruce.

Además de las ciudades fronterizas bajacalifornianas, este grupo tenía una célula que operaba en Piedra Imán, Guerrero, con acciones de traslado y alojamiento de los migrantes.

En cumplimiento a órdenes de aprehensión, por el delito de delincuencia organizada con la finalidad de cometer tráfico de personas, dos mandatos se cumplimentaron en Tijuana, dos en Ensenada y una en el poblado Piedra Imán.

Las investigaciones establecieron que Ubaldo Genchi operaba este grupo, al menos, desde 2021 como coordinador de su propia célula criminal con funciones de dirección y de coordinación de tráfico de personas.

Además, el vinculado, era el responsable de fijar el precio por cada cruce ilegal; y sus zonas de operación eran Tijuana y Piedra Imán.

En promedio, esta organización lograba ingresar a 80 personas migrantes de manera mensual, los que les permitía obtener ganancias millonarias en ese periodo.

Nohe Gómez, esposo de Dalia Genchi, era el encargo de coordinar y supervisar el cruce ilegal de migrantes a territorio estadunidense, desde Tijuana, albergándolos en su casa.

María Raquel Cárdenas tenía funciones de dirección y era la responsable de internar a estas personas por la vía marítima y terrestre, principalmente desde Ensenada.

Dalia Genchi se encargaba del traslado de los migrantes en un vehículo y de realizar transacciones de las ganancias obtenidas, a su hermano, Ubaldo Genchi.

José Antonio Valenzuela Franco realizaba la función de albergar y custodiar a los migrantes en un hotel ubicado Ensenada.