Pide obispo por la paz y el perdón en Domingo de Ramos
*Implora arzobispo no ser indiferentes a la extorsión
*Tampoco al cobro de cuotas y de piso, clama Leopoldo González
*Encabezó la procesión por el Domingo de Ramos en el Zócalo
JAVIER TRUJILLO
ACAPULCO, GRO.
En el inicio de la Semana Santa, el obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández pidió por la paz y lanzó un llamado al perdón.
En la llamada casa de Dios llena no cabía ni un ramito más del domingo de Ramos. Ahí, desde el púlpito de la catedral de la Soledad, Monseñor Leopoldo González y pidió a los creyentes congregados en el templo, a no ser indiferentes al dolor y la violencia en Acapulco.
Hizo un exhorto a los fieles católicos a no acostumbrarse al dolor de la violencia desatada, a no ser indiferentes.
“Pidamos al señor la gracia de no ser indiferentes ante nuestros hermanos víctimas de la violencia, nuestros hermanos que han sido ejecutados, asesinados y desaparecidos víctima de la extorsión, del cobro de cuotas, de piso”, expresó en la catedral ante los feligreses.
En su homilía dominical, el arzobispo estuvo acompañado por dos sacerdotes, quienes evocaron de las Santas Escrituras a San Lucas, resaltando que “Dios está con nosotros en cada herida”.
Monseñor también habló de Judas, el traidor, el chapulín político de aquel entonces que vendió su fe a cambio de 30 denarios para entregar al Señor.
También se refirió a Pedro, aquel que se hizo el desmemoriado cuando tres veces le recordaron a Jesús.
En este relato de la Pasión de Cristo, a tres voces, dejó varias lecturas a los creyentes que escucharon que venía de chambear y lo obligaron a cargar la cruz, sufriendo la represión del Estado. Simón Cirineo, quien habría ayudado a Jesús a cargar la Cruz, y pasó así, a la historia divina.
De igual forma, el prelado de la iglesia católica, oró por los que hoy en carne propia sufren de violencia, y también rezó por aquellos que la propician para que en esta Semana Santa entren a un proceso de reconversión y cambiar sus vidas haciendo el bien común.
Eran tantos los creyentes, que la bendición de palmitas se realizó en las puertas laterales, y por supuesto la vendimia de las palmas, tapizaron casi la totalidad de la plaza Juan Álvarez.
Los precios de las palmitas iban desde cinco hasta, 30 y 50 pesos cada ramo para que le rociaran agua bendita y sean colocadas atrás de la puerta de la casa, como lo ordena la milenaria tradición.
Propuesta
de diálogo
El obispo González Hernández reconoció que todavía no ha recibido una respuesta por parte de los grupos delictivos que se disputan la Sierra, tras la escalada de violencia que se ha registrado en las últimas semanas.
“Todavía no, estamos en eso”, declaró el prelado tras la misa del Domingo de Ramos celebrada en Chilpancingo.
También aseguró que pese al clima de inseguridad, en comunidades como Yextla, del municipio de Leonardo Bravo y Jaleaca de Chilpancingo, las celebraciones litúrgicas previstas para esta Semana Santa se van a desarrollar con normalidad.
Sobre el temor que enfrentan los habitantes de estas localidades, ante los enfrentamientos de los últimos días, González Hernández aseguró que la Iglesia acompañará a los pobladores y trabajará para eliminar el miedo por medio de la oración.
Las declaraciones del obispo se dan luego de que el pasado miércoles 9 de abril se reportara un nuevo hecho de violencia en Yextla, donde pobladores alertaron sobre un enfrentamiento armado y la quema de una vivienda, situación que fue difundida en redes sociales.
Dicha situación propició el traslado de elementos de la Guardia Nacional (GN) y del Ejército Mexicano, que se movilizaron a la zona para reforzar la seguridad.
Hasta el momento, no hay reportes oficiales de personas fallecidas o heridas por el ataque, aunque la vigilancia permanece.
