Entregan cuerpo de maestro desaparecido en Tlapa tras 6 años

* Desapareció en enero de 2019, fue localizado en abril del mismo año pero su familia lo recuperó este 21 de enero de 2025

DASSAEV TÉLLEZ / SNI
CHILPANCINGO, GRO.

La señora Austreberta, quien desde el 7 de enero del 2019 buscaba a su esposo, recibió hoy sus restos para llevárselo a sepultar en Tlapa, de donde son originarios.

Cerca del mediodía de este martes 21 de enero, ya en 2025, dichos restos óseos fueron entregados en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) de Chilpancingo.

Ahí la señora Austreberta llegó acompañada por integrantes del Centro de Derechos Humanos de la Montaña ‘Tlachinollan’, que la asistieron legalmente.

En declaraciones, recordaron que el señor Porfirio desapareció en enero del año 2019 en la ciudad de Tlapa de Comonfort, siendo localizado sin vida en el mes de abril de ese mismo año, pero sin que las autoridades notificarán a los familiares del hallazgo.

La Señora Austreberta dijo que desde la desaparición de su esposo, se unió al Colectivo de Búsqueda de Personas Desaparecidas ‘Luciérnagas’, durante sus jornadas lograron la localización de restos óseos de por lo menos 113 personas, de los cuales sólo han sido identificados tres.

Durante los últimos 6 años, en las jornadas de búsqueda acudieron en repetidas ocasiones al Semefo de Chilpancingo para pedir informes de los desaparecidos, también esperaban recibir respuesta de su marido sin que le hicieran alguna confirmación.

Seis años después, de manera inesperada, las autoridades le confirmaran la identificación de su esposo y le dijeron que en realidad se encontrabá en la cámara frigorífica del Semefo desde abril de 2019.

La Señora Austreberta dijo que al momento de su desaparición, ella y su esposo tenían una hija de 7 años que está por cumplir 13, además de dos hijos de un primer matrimonio, con quienes ahora compartirá la tranquilidad de darle sepultura a su familiar.

Lamentó la falta de sensibilidad y la burocracia de las autoridades que, además de retrasar la identificación y entrega de los restos, prolongan el sufrimiento de las familias que son víctimas de una espiral de violencia que hasta el momento no tiene fecha de caducidad.