Ejercito asume las trincheras que se disputaban CIPOG y “Ardillos”
* Cesan las balaceras, tras dialogo del gabinete de seguridad con las partes en conflicto
* Trabajan para que la paz sea duradera en la zona
ROGELIO AGUSTÍN/SNI
CHILPANCINGO, GRO.
El Consejo Indígena y Popular del Estado de Guerrero (CIPOG) confirmó que cedió las trincheras que se disputaron durante dos semanas con supuestos integrantes de “Los Ardillos”, en tanto que el director de Gobernación, Francisco Rodríguez Cisneros sostuvo que se trabaja para que la paz en la zona rural de Chilapa sea duradera.
Vía comunicado, el CIPOG recordó que desde el pasado 17 de junio, ellos tuvieron que empuñar las armas y subir hacia los cerros que rodean a comunidades como Tula, Xicotlán, Colotepec y Alcozacán para defenderse de quienes señalan como sus agresores.
“Ellos nos atacaron con armas de grueso calibre y con drones cargados de explosivos”, sostiene la organización que representa Jesús Placido Galindo.
Sin embargo, derivado de la reunión que sostuvieron el pasado 28 de enero con los integrantes del gabinete de seguridad del Gobierno de Guerrero, refieren que aceptaron ceder las trincheras que se disputaron con los supuestos integrantes de los “Ardillos”.
“Decidimos dejar las trincheras al Ejército de la Región 35, para que asuma su responsabilidad en la zona en que fuimos atacados, pero nosotros no estamos negados al dialogo ni al camino de la paz”, señala la dirigencia del CIPOG-EZ.
Reconocieron que ellos como habitantes de comunidades marginadas, no deberían ocuparse de tareas relacionadas con la seguridad, pero sostienen que la falta de interés de las autoridades prácticamente los obliga.
Se busca una
paz duradera
Francisco Rodríguez Cisneros, director de Gobernación, refirió que los tres niveles se encuentran recorriendo el corredor que va del crucero del Jaguey, en Chilapa hasta la comunidad de Ayahualtempa, perteneciente al municipio de José Joaquín de Herrera.
Indicó que se trata de un corredor muy amplio, en el que se encuentran puntos de vigilancia de la Policía del Estado, la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano.
Tras el diálogo del 28 de junio, destacó que se tomó la decisión de vigilar Tula, el crucero del Jaguey, que es la ruta que controla “Paz y Justicia” hasta llegar a Quechultenango.
Hizo particular énfasis en la instalación de un punto de vigilancia en lo que se conoce como “La Ocotera” o “Los Parapetos”, lugar conocido ampliamente por ser el punto en donde un grupo de reporteros se quedaron prácticamente a dos fuegos.
El funcionario sostuvo que la vigilancia tiene un resultado inmediato, pero se trabaja por conseguir algo más importante, que es un acuerdo de paz duradera, que le regrese a los pueblos la tranquilidad y se recupere el nivel de convivencia.
De momento, dijo que se ha conseguido parar las agresiones y con ello, se ha logrado evitar que se pierdan vidas humanas.
Durante los próximos días, se van a poner en marcha acciones en las que participen varias dependencias, para atender de manera integral las necesidades de dichas comunidades.
“Nosotros vemos una luz en ese túnel que estaba muy obscuro, ahora ya hay tránsito libre, pueden ir hacia sus pueblos con la garantía de que no serán agredidos”, aseveró.