Por corrupción denuncian al comisario ejidal de Marquelia
*Feliciano Nava López, vecino de la colonia La Noria, denuncia que su hermana, Margarita Gregorio López, en contubernio con el Comisariado Ejidal, lo quieren despojar de una casa que dejó bajo su cuidado su otro hermano, Cristian Armando Polanco Lopez (a) La Calandria, ya finado
*El conocido pescador, Feliciano Nava López, asegura que su hermana, aconsejada por el comisariado ejidal, están involucrando a la síndica de Marquelia para lograr su cometido
REDACCIÓN
MARQUELIA, GRO.
Hasta las oficinas de El Faro de la Costa chica se presentó Feliciano Nava López, conocido pescador de la colonia La Noria, en la cabecera municipal de Marquelia, para denunciar que su hermana Margarita Gregorio López, en contubernio con el comisariado ejidal, Adolfo García Montes, la quieren despojar de una casa que dejó bajo su cuidado su finado hermano, Cristian armando Polanco López (a) La Calandria, quien fuera asesinado hace un año y medio, el 22 de marzo de 2021.
Para mejor entender su narrativa, Feliciano Nava López dijo que él tiene dos hermanos quienes son hijos de diferente padre, Margarita Gregorio López y Cristian Armando Polanco López (a) La Calandria, este último asesinado hace un año y medio, aproximadamente, quien nunca formó familia y que, por lo tanto nunca tuvo hijos consanguíneos.
Por esta razón La Calandria adoptó como hijo a su sobrino Jesús Iván Polanco Gregorio, hijo de Margarita Gregorio López, por lo que al paso del tiempo le anunció que sería su heredero de todos sus bienes.
Entre la herencia en comento había varias cuentas bancarias y varias propiedades, mismas que se presume que La Calandria puso a nombre de su sobrino Jesús Iván. Entre esos bienes se encuentra una casa ubicada en la colonia La Noria, justamente a un lado de la casa de Feliciano Nava López.
Cabe mencionar que, si bien es cierto que esta casa fue construida por La Calandria, quien cubrió todos los gastos de construcción, la ejecución física y la supervisión de la obra corrió a cargo de su hermano Feliciano Nava López, a quien, desde que se inició el desplante de la casa, le encargó que se la cuidara, tan es así que todos los trámites que se han hecho en esa casa están a nombre de Feliciano, incluyendo el recibo del servicio de energía eléctrica.
Intento de
parricidio
A pesar de que su sobrino Jesún Iván Polanco ya tenía la promesa de heredar los bienes de su tío La Calandria, refiere Feliciano Nava López: “En una ocasión mi hermano se enfermó y su dichoso sobrino nunca lo fue a visitar, fue cuando ya se había ‘aliviado’ y por lo único que preguntó fue por la herencia; de hecho le dijo a mi hermano que si era cierto que lo iba a heredar, que ya de una vez le entregara los papeles por si se llegaba a enfermar nuevamente”.
Según la versión de Feliciano Nava López, cuando su sobrino Jesús Iván Polanco Gregorio se cercioró que su tío-padre había puesto las propiedades a su nombre, intentó asesinarlo, presuntamente por consejo de su madre, utilizando los servicios de un vecino identificado como Ñango, a quien le prometieron la paga de 30 mil pesos; sin embargo, según la versión del denunciante, La Calandria se dio cuenta de este plan y pidió ayuda a “ciertos amigos”, quienes interceptaron al Ñango, lo golpearon y le hicieron confesar quién había ordenado el asesinato de La Calandria, y el aludido habría confesado que era Margarita Gregorio López y su hijo Jesús Iván Polanco Gregorio.
Una vez que La Calandria se dio cuenta que su hermana y su sobrino habían intentado matarlo para apoderarse de sus bienes, de inmediato realizó cambios en su testamento, es decir de su herencia, dejándole sus propiedades a otra persona de quién no reveló el nombre; “sólo se sabe que los testigos de este cambio de documentos ejidales son: Epifania, La China, Pule y Fidel Granados, quienes siempre fueron los testigos de todos los documentos que elaboró Cristian Armando Polanco.
Siempre según la versión de Feliciano Nava López, después del fallido intento de asesinato, Margarita Gregorio López y su hijo Jesús Iván Polanco Gregorio, siguieron hostigando a La Calandria, a tal grado que éste comenzó a tener problemas mentales y a comportarse de manera inapropiada, llegando a internarlo en clínicas psiquiátricas, pero que siempre se recuperó de esas crisis con su ayuda (de Feliciano).
Finalmente y de manera poco clara, el día lunes 22 de marzo de 2021, días después de haber vendido su restaurante de mariscos “La Soteñita”, Cristian Armando Polanco López (a) La Calandria fue asesinado muy cerca de su casa, en la colonia La Noria, cuando aparentemente se encontraba tomando con uno de sus vecinos.
“A partir de entonces Margarita Gregorio López y su hijo Jesús Iván, se han dedicado a cobrar los dineros de las cuentas bancarias que dejó mi finado hermano Cristian armando Polanco López y también a recuperar todas sus propiedades”, refiere Feliciano Nava López.
Sin embargo, al momento de intentar recuperar la casa que La Calandria tiene dejó en la colonia La Noria, su hermano Feliciano Nava López (a) El Machete, le ha exigido a su media hermana que le muestre los documentos donde avalan que su hijo Jesús Iván es el legítimo propietario. “Pero nunca me ha mostrado ningún papel, y no me lo ha mostrado porque yo sé bien que no existe ese papel, porque mi hermano, La Calandria, lo desheredó desde el momento en que se enteró que intentaron matarlo”.
Dijo que a pesar de no contar con el documento de propiedad de la casa de la colonia La Noria, su media hermana Margarita Gregorio López, en contubernio con el comisariado digital, Adolfo García Montes, en diversas ocasiones lo han citado para que de manera voluntaria entregue a la casa; sin embargo, asegura Feliciano Nava López que no se las va entregar porque su hermano, La Calandria, en el último momento de su vida se dio cuenta que no la merecían y cambio el testamento, y algunos vecinos que eran confidentes de su hermano, La Calandria, le han comentado qué al final de cuentas esa casa la dejó a su nombre, al de Feliciano.
Feliciano Nava López fue citado este domingo ante la asamblea del comisariado ejidal para carearse con su media hermana, Margarita Gregorio López; sin embargo, no llegaron a ningún acuerdo porque ella no exhibió ningún documento que avale la propiedad que ellos alegan, y cuando se le ha cuestionado al comisariado ejidal que él, como autoridad ejidal, muestre la copia del documento que dice tener Margarita Gregorio López, el comisariado ejidal sólo responde que se perdió el libro donde se encuentra registrado ese documento.
Finalmente, Feliciano Nava López, a través de este medio responsabilizan a su hermana Margarita Gregorio López y a su sobrino Jesús Iván Polanco Gregorio, así como el comisariado ejidal, Adolfo García Montes, de cualquier cosa que pueda sucederle a él y a su familia, puesto que en su afán de despojarlo de la casa que le dejó a su cuidado su hermano, han involucrado incluso a la sindica procuradora municipal, Selene Irra, a quien solamente le han contado de manera parcial el problema y la están convenciendo de que tiene que ayudarles a desalojarlo con la ayuda de la policía municipal.