Militares abandonan a su suerte a pueblos acechados por “Los Ardillos”

*Temen que el grupo delictivo intente avanzar en los territorios que pelean el la Montaña baja, denuncia el CIPOG-EZ

JESÚS DORANTES/SNI
CHILPANCINGO, GRO.

El Consejo Indígena y Popular de Guerrero – Emiliano Zapata (CIPOG-EZ), denunció que la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) retiró a su personal del crucero del Jagüey, punto estratégico para contener el avance de los hombres armados que pertenecen al grupo delictivo “Los Ardillos”, a quienes responsabilzan del asesinato de más de 40 de sus integrantes.

El crucero del Jagüey se encuentra en la parte baja de la Montaña, en la carretera que une a los municipios de Chilapa y José Joaquín de Herrera, sirve como límite a las comunidades que forman parte del CIPOG y las que son resguardadas por Comunitarios por la Paz y la Justicia, a los que el Consejo Indígena relaciona directamente con “Los Ardillos”.

Mediante un comunicado, el CIPOG-EZ informó que desde las 16:00 horas del domingo 18 de diciembre, se confirmó el retiro del Ejército Mexicano sin que existiera justificación.

“Lo que es preocupante es que el Jagüey es un punto importante pues separa a nuestras comunidades de los territorios controlados por los Ardillos, de tal forma que quedamos frente a frente nuevamente con los grupos delincuenciales”, señala el texto.

Hicieron un llamado a las comunidades que se encunetran en todo el paso, para permanecer alerta durate los próximos y el tiempo en que las fuerzas armadas no se encuentren presentes en el lugar, pues al quedar sin el resguardo de la federación, los agresores pueden volver a intentar una incursión en sus pueblos.

“Es evidente que el Estado sabe que habrá ataques y muerte, pero eso no le interesa”, reprocharon.

En el comunicado también se detalla que a pesar de la presencia de otras corporaciones de seguridad los integrantes del Consejo Indígena son los que han resistido los ataques de los grupos criminales, recalcando que los recorridos del Ejército, la Guardia Nacional, la policía Estatal y municipal, nunca han evitado que sus compañeros sean asesinados.

Para demostrarlo, expusieron los casos de Adán Linares; Moisés Cuapipistenco y Guillermo Morales, a quienes se les asesinó en Xochimilco, en las afueras de Chilapa y donde hay una base militar.

Ante el retiro de las fuerzas federales, advirtieron también que los Ardillo retomarán el control del crucero del Jagüey.