La estructura de poder que deja Padilla incluye a su familia, que asumirá el control

*Enrique Alfaro, Gobernador de Jalisco, y la Fiscalía General del Estado (FGE) confirmaron este domingo que Raúl Padilla López, exrector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), se quitó la vida; ya se abrió una carpeta de investigación para esclarecer los hechos

ÁLVARO DELGADO GÓMEZ
SINEMBARGO/CDMX

La muerte de Raúl Padilla López, este domingo 2 de abril, no altera el control del mismo grupo político en la Universidad de Guadalajara (UdeG), porque se prevé que lo suceda en el poder su hermano Trinidad y su primo Tonatiuh Bravo Padilla, ambos exrectores, así como Alfredo Peña Ramos, secretario de la institución de 2007 a 2019.

Raúl Padilla, quien cortejó a intelectuales de la talla de Mario Vargas Llosa, Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camin, quienes jamás cuestionaron su cacicazgo, se hizo del poder desde que presidió la controvertida Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG), entre 1977 y 1979, y luego, en 1989 se convirtió en el Rector de la UdeG.

Padilla López sustituyó en la Rectoría de la Universidad de Guadalajara a Javier Alfaro Anguiano, padre del actual Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, quien presuntamente por la rivalidad de ambos rectores no estudió en esa institución, sino en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) y tuvieron choques políticos desde que éste fue Alcalde de Tlajomulco, en 2010.

Desde que Raúl Padilla asumió la rectoría de la Universidad de Guadalajara se hizo un diseño político de cinco personajes que han controlado y pretenden seguir controlando el sindicato de administrativos, de maestros y la FEU, así como los nombramientos en los centros universitarios y las preparatorias.

Uno de los cinco jefes de la UdeG fue Carlos Briseño Torres, quien se suicidó como ahora Padilla López, en 2009, después de que rompió con él y fue destituido como Rector un año antes, el 30 de agosto de 2008.

Los jefes vigentes son Trinidad Padilla López, quien fue Rector de 2001 a 2006, de quien Briseño Torres fue secretario general, y luego Diputado federal del Partido Revolucionario Institucional (PRI); Tonatiuh Bravo Padilla, Rector entre 2013 y 2018, actual Regidor en Guadalajara, y Alfredo Peña Ramos, actual Rector del Centro Universitario de Tonalá.

Estos tres personajes siguen controlando la Universidad de Guadalajara, por lo que no se prevé que haya mayor sobresalto después de la muerte de Padilla López, según quienes conocen esa institución.

PODER Y DINERO

Padilla López, exrector de la Universidad de Guadalajara (1989-1995), fue la cabeza del grupo político de esa casa de estudios durante tres décadas e intentó ser Gobernador de Jalisco en los noventa, cargo que ocupa su otrora aliado, Enrique Alfaro Ramírez. Sus tentáculos abarcan empresas universitarias, a la prensa local y el partido político Hagamos con dos diputados en el Congreso estatal.

“Las empresas parauniversitarias son un barril sin fondo que siempre se le está invirtiendo y nunca generan ganancias para la comunidad estudiantil, siempre se quedan en el corporativo que casualmente es administrado por el cacique Raúl Padilla”, dijo a SinEmbargo en septiembre pasado Héctor Hernández Zavala, del colectivo Profesores por la Democracia en la UdeG.

Entre subsidios federales, estatales e ingresos autogenerados, la Universidad de Guadalajara cuenta este 2022 con más de 14 mil millones de pesos de presupuesto, equivalente al destinado al Instituto Nacional Electoral (INE) para organizar elecciones en varios estados. A la par, la institución rechaza cada año al 60 por ciento de aspirantes a licenciatura por falta de cupo y los salarios de los profesores de asignatura no rebasan los cinco mil pesos mensuales.

En fiscalizaciones al subsidio federal, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó irregularidades por 387 millones de pesos (6.6 por ciento del subsidio federal) en su informe de 2018 por fallas en pago de sueldos, transacciones sin autorización para bienes e inmuebles y falta de reintegro de 50 millones 502 mil pesos a la Tesorería. Y en 2019 el órgano no pudo fiscalizar por falta de documentación de la universidad.

El cacicazgo de Raúl Padilla, el tercero que padece la UdeG desde 1951, controlaba 14 empresas universitarias, con un presupuesto anual promedio de 500 millones de pesos, entre ellas, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, hoteles y la inmobiliaria Uniterra, documentó el periodista y analista político Pedro Mellado.

Además, la UdeG no sólo maneja el sistema de radio y televisión de la universidad (Canal 44), sino que los 200 millones de pesos anuales de publicidad “cultural” le dan “una enorme influencia en los medios locales que casi nunca critican los manejos de Padilla”, comentó en septiembre de 20222 el periodista Mellado.

Caciques

El primer jefe político que tuvo la UdeG fue Carlos Ramírez Ladewig (1951-1975), el fundador de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG), hijo del exgobernador Margarito Ramírez. Era amigo de Raúl Padilla Gutiérrez, padre de Raúl Padilla. Pero fue asesinado en 1975 cuando aspiraba a la gubernatura de Jalisco.

Su cacicazgo lo heredó su hermano Álvaro Ramírez (1975-1989), quien tuteló a Raúl Padilla López y a su hermano, José Trinidad Padilla, ambos presidentes de la FEG y exrectores de la UdeG.

Raúl Padilla era la continuación del cacicazgo de Carlos y Álvaro Ramírez con la misma estructura de controlar con un sistema de premios y castigos desde 1989 a la fecha, dijo Mellado, quien ha investigado el caso. Controlaba a la institución “que tiene el segundo presupuesto más grande de Jalisco, una cobija muy generosa para todos los políticos que necesiten recursos, y de manera paralela al manejo discrecional de la UdeG, maneja a sus empresas universitarias a su arbitrio; tiene poder político y económico”.

Sin embargo, para Ricardo Villanueva, el actual Rector de la UdeG (2019-2025), y quien compitió contra Enrique Alfaro por la gubernatura de Guadalajara, la creencia de que Raúl Padilla sea el “poder real” de la universidad es un mito.