Exigen sectores de la población la cancelación del Paseo del Pendón

*Se convirtió en un desfile de borrachos con conflictos y violencia por el alto consumo de bebidas embriagantes

*Dejó de ser una festividad cultural-tradicional y se convirtió en un carnaval, dicen

*Los llamados “apartados” delimitados con mecates, ocasionaron muchos conflictos

MARCIAL CAMPUZANO
CHILPANCINGO, GRO.

Por los desfiguros de gente embrutecida por el alto consumo de alcohol que derivó de la venta excesiva de bebidas embriagantes, y por la violencia registrada en algunos puntos del tradicional recorrido de danzas y carros alegóricos, ciudadanos atiborraron las redes sociales exigiendo la cancelación del Paseo del Pendón, al considerar que más allá de ser un evento cultural que da cuenta de las tradiciones, se convirtió en un desfile de borrachos y en un carnaval.

El elevado consumo de bebidas embriagantes en la festividad más importante de la capital del estado, tuvo su origen en parte a que el desfile de danzas de tlacololeros comenzó a las 11 de la mañana, una hora después de lo previsto, que representó una hora más de venta y consumo de mezcal, cerveza y de bebidas preparadas diversas.

La gota que derramó el vaso de inconformidades, fue la brutal golpiza que recibió un joven en la calle Altamirano, entre otros enfrentamientos a golpes y connatos de violencia que hubo, con la participación de danzantes tlacololeros en las grescas como se aprecia en imágenes de video subidas a las redes sociales.

Muchos comentarios vertidos en las redes sociales, van en el sentido de que el tradicional Paseo del Pendón debe ser cancelado en definitiva, porque de ser en su origen un desfile de danzas con burritos cargando barricas anunciando el inicio de la Feria de Navidad y Año Nuevo, se convirtió en un desfile de borrachos que en bola se incorporan al arroyo peatonal destinados para los danzantes.

Esta actitud asumida en su inmensa mayoría por jóvenes, no permitió como en otros años, el desenvolvimiento de las danzas, no permitió a los danzantes mostrar sus destrezas y habilidades por el andar en direcciones opuestas de gente que nada tiene que hacer en medio de los bailarines.

Entre los comentarios hubo quienes señalaron que prefieren quedarse en sus casas, a ir a ver a borrachos en las calles que además carecieron de la presencia de autoridades para poner orden.

Otro aspecto que generó muchos pleitos verbales con la amenaza de llegar a los golpes innecesarios, fueron los llamados “apartados” cercados con mecates para cerrarle el paso a la gente, no obstante que se trata de espacios públicos de uso general.

Esta situación fue muy cuestionada, porque como nunca la gente tuvo que caminar largas distancias para salir del bullicio y del ambiente infestado con alto olor a mezcal, cerveza y caca de caballos esparcida a lo largo del tradiciones recorrido, hasta llegar a las instalaciones de la Feria de Navidad y Año Nuevo, en donde entre el polvo los comerciantes instalaron puestos para vender mercancías diversas y alimentos, al no concluir la remodelación del recinto ferial a más de 2 años de haber iniciado los trabajos.